Nuevamente fue protagonista el viento, como hace dos semanas, en el partido del primer equipo en su visita a Vall d’Alba, con lo que eso representa para la práctica del fútbol, aun así, el conjunto peñiscolano empezó bien, y a los 11 minutos de juego el arbitro cobraría una falta en el borde del área local que Cano ejecutaría de forma magistral limpiando las telarañas de la portería valldalbina para anotar el 0-1.
Con mucha falta de fluidez en el juego y la inestabilidad en la dirección de los balones llegó el gol del empate local, con la ayuda de un rebote desafortunado habiendo pasado apenas cinco minutos del gol de Cano. Con la misma dinámica y sin movimientos en el marcador terminaría la primera mitad. El conjunto de «la Roca» inició el segundo tiempo con intención, pero las rachas de viento en aumento impedían cada vez más practicar una circulación fluida del balón, y esto dio paso a un aumento de la dureza en el juego de la escuadra gualdiroja, aumento de la dureza que el colegiado no entendió como tal y que provocaron múltiples interrupciones en el juego.
Con todo y con eso, los blanquiazules dispusieron de dos ocasiones clarísimas, un potente testarazo de Uru de sólo el larguero pudo detener y un saque de esquina que buscaba el gol olímpico de Cano que el guardameta pudo atajar, no sin la ayuda del viento, aliado del antifutbol, y que unido al juego excesivamente duro de los locales sacaron de quicio al cuerpo técnico peñiscolano que terminaron expulsados por protestar al colegiado. Poco más que decir sobre un encuentro en el que lo mejor fue el empate, que permite sumar otro punto, y que unido a la derrota del inmediato perseguidor del amateur peñiscolano hace que aumente su renta a 8 puntos, a parte de continuar una jornada más invictos.